“Hola, yo soy un Product Designer.”
Ok. Yo solo quiero alguien que me ayude a diseñar el siguiente producto estrella. ¿Puedes?
La semana pasada tomé la buena decisión de asistir a una de las conferencias realizadas por el Garaje de Ideas (https://garajedeideas.com/). El tema fue sobre el rol del “Product designer” en la definición estratégica del producto. He de confesar que asistí para corroborar si yo misma entiendo lo que implica ser un “diseñador de producto” en estos momentos de tanta innovación y digitalización. Consideremos que esta es mi profesión desde hace algunos años.
Fue muy interesante ver cómo es que las preguntas hacia el expositor estaban orientadas a las funciones de un Project Manager y a las herramientas tecnológicas para desarrollar prototipos de aplicaciones móviles. De no haber sido por el ponente, habríamos dejado de lado el tema inicial de la sesión. Esto solamente confirma mis sospechas.
Aún no se entiende qué hace un Product Designer (ni de un lado del mundo ni del otro)
Y no es fácil. Cada vez hay más información en la que muchos términos se hacen famosos y solamente generan más confusión entre aquellos que viven el diseño desde fuera. Por ejemplo, el #designthinking fue implementado por un estudio de diseño creado por ingenieros que notaron que mientras más se pusiera al usuario al centro, más exitosos serían los productos. (Aquí puedes conocer más sobre esto https://designthinking.ideo.com/)
Entonces, si el #designthinking ahora lo aprenden y usan profesionales que a veces no están conectados con el #diseño, ¿Para qué sirve un Product Designer?
El ejemplo más trillado (gastado) es el del médico. Cuando uno va a consulta espera que el médico a partir de un diagnóstico dé claridad sobre lo que pasa en el cuerpo y, si es posible, ofrece el remedio.
Un Product Designer o Diseñador de producto comparte con el médico que detrás de cada decisión hay un conocimiento muy particular para poder definir el “diagnóstico”.
Tal vez es muy ambiciosa la comparación, sin embargo, el diseñador de producto tiene el conocimiento para a partir de los síntomas del paciente (en este caso le llamo “negocio”) y su condición (entendiéndolo como sus “capacidades y recursos”) ofrezca diagnósticos (que serían las “propuestas de diseño”) para mejorar su salud (los “objetivos de negocio”).
En caso del Product Designer los diagnósticos se verán como: nuevos productos, mejoras en los productos existentes e inclusive colaboración con otras empresas para diferenciar los productos.
Ahora por la versatilidad y el éxito del #designthinking es más visible la existencia de los graphic designers, los industrial designers, los visual designers, los UI/UX designers, los strategic designers, los business designers y varios colegas que me faltaron nombrar. (Por supuesto celebro que estemos más en el radar de las profesiones “creativas”).
Sí, todos tenemos en común el ser “designers”, pertenecemos al ecosistema del diseño. Sin embargo, cada uno es especialista en la aplicación del diseño en sus lenguajes.
(Sí, el diseño habla en términos de composición visual, sonora, artística, tecnológica y los que más he explorado, en producto y negocio.)
Claro que un diseñador gráfico entiende de lo que habla un diseñador industrial y viceversa. Apreciar y aprovechar su conocimiento realmente se nota en los objetivos o tareas que tienen por cumplir. Hasta ahora hay pocos “equipos de diseño” que tienen una coherencia entre los roles y las tareas. Esto sigue siendo un trabajo en curso.
Parte del conocimiento y experiencia que nos compartió David de la Iglesia en esta charla de Garaje de Ideas me dejó tranquila porque coincido con su forma de explicar al Product Designer:
· El Product Designer busca la satisfacción del usuario
· El Product Designer trabaja para entender qué se espera del producto a nivel estratégico
· El Product Designer es un facilitador para que el negocio, la ingeniería y el producto alcancen sus objetivos.
· El Product Designer impacta en la estrategia de la ingeniería
· El Product Designer trabaja en equipo para potenciar el alcance y la calidad de los resultados.
Todo diseñador conoce el “proceso de diseño” estándar y tiene por responsabilidad ejecutarlo para resolver necesidades. Cuando hables con un diseñador, evita asumir que es uno de esos de los que tienes en la oficina o de los que más conoces. Mejor pregúntale qué tipo de proyectos ha realizado y qué “problemas” o “necesidades” tenían que resolver. Seguramente no solo tendrás una conversación muy interesante, también verás cómo le brillan los ojos y te contarán al menos una historia en la que el diseño haya #retadolocotidiano.