No estamos jugando, pero sí nuestro trabajo nos permite sonreír más

La cultura del diseño en los negocios

(y quitando el estigma de que “los de diseño” sólo se la pasan jugando)

Alejandra Martínez Westphal
5 min readMay 26, 2021

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A donde quiera que toca desarrollar proyectos me encuentro con al menos tres tipos de personas:
El primero es el que está completamente convencido de que se van a lograr los objetivos por el nuevo equipo formado, después aparece el que sabe que hay potencial en ese equipo que aún considera que se está formando pero aún no está del todo seguro en que va a funcionar y por último, el que definitivamente ve con escepticismo el diseño y cómo con eso se van a lograr los objetivos de negocio impuestos por los directivos o managers.

Es tan común encontrar estos perfiles que cuando se tardan en aparecer surge la sensación de que uno está entrando a una tierra completamente fértil.
Aquí es cuando surgen dos posibles oportunidades:

1. Es una hoja en blanco para introducir el pensamiento de diseño en operaciones de la empresa

2. La incertidumbre es tan grande que trajeron a un externo para que se encargara del problema

En cualquiera de los casos (y a veces con diferentes niveles), el primer obstáculo al implementar las tareas nacidas desde las decisiones de diseño es la incertidumbre por parte de “los del negocio”.

En pleno siglo XXI, donde hay mentalidades más holísticas, colaborativas y de aprendizaje, las empresas (y algunas startups) siguen operando como si existiera un equipo de “los que deciden” y los “que se encargan de hacerlo realidad.”
Al momento que ven a una célula ajena a este pensamiento es cuando se pone en tela de juicio todo lo realizado porque están “poniendo en riesgo” lo que se conoce hasta ahora como un “management” exitoso.

Por naturaleza, como integrantes del #ecosistema del diseño, es del día a día saber que se estará colaborando con otra persona ajena a nuestra disciplina. Podrá tratarse de un especialista, de otro tipo de diseñador o de un profesional con perfil “creativo”. A veces olvidamos que allá afuera esta forma de trabajo causa escozor y aún no es muy “bien vista”.

No deja de ser una sorpresa cuando las primeras anotaciones del management empiezan con:

-”¿Por qué están trabajando así? Aquí ya tenemos procesos y siempre hemos trabajado de x manera y nos ha funcionado por tantos años.”

-”No se están viendo resultados.” (Es la segunda semana)

-”¿Están jugando? Así no vamos a llegar a ningún lado.”

Cuando uno está empezando a cruzar las fronteras entre lo que parece el mundo del management de negocios con el mundo de las prácticas de diseño sin duda estos comentarios generan reacciones de pánico, nerviosismo y presión para demostrar que sí se está logrando lo pactado.

Después de varios proyectos, escucharlas en cada kick-off se convierte en indicadores de que efectivamente se está introduciendo la cultura del pensamiento de diseño y es el momento perfecto para diseñar una estrategia en la que ambos mundo coexistan y además se fortalezcan entre sí.

Si colocas en el buscador “empresas que utilizan el #pensamientodediseño” saldrán nombres de empresas como: Apple, Zara, IBM, Ikea. Y eso será por alguna relación con el tema #designthinking.

¿Por qué no aparecen otras empresas?

Definitivamente porque la ejecución de estas actividades, el permitirse tener una forma de pensar alterna y encontrar a los profesionistas con experiencia no es fácil. Además con la inercia de la #innovacionrapida y la siembra de startups, los principales esfuerzos no van hacia la creación de una cultura de diseño.

¿Para qué nos va a servir “la cultura de diseño”?

Esa es otra pregunta que suele repetirse. Antes de contestar me aseguro de que me expliquen para cuándo. No es lo mismo esperar resultados para mañana, dentro de dos meses o en 5 años.

Si uno busca resultados inmediatos, la cultura del diseño te permite conocer mejor a tu equipo. Se rompen esas escaleras jerárquicas pero no por eso se diluyen las responsabilidades ni los roles. Al contrario, en un equipo sano llegan a ser más claras y con ánimos más cooperativos.

También se presentarán oportunidades para cambiar la forma de realizar algunas operaciones, (si está en las posibilidades) reacomodar los espacios de trabajo, implementar nuevas “ceremonias” o actividades en la semana.

Si los resultados se esperan en un largo plazo, entonces valdría la pena hacer uso de las herramientas de #innovación, tener a los aliados que sepan establecer objetivos y darles seguimiento a través de unidades cuantificables. Este lenguaje funcionará para mantener una conversación interesante y entendible con el management.

Deja de lado los prejuicios, cada detalle es una fuente de inspiración.

¿Cómo comenzar a permear una cultura con el pensamiento del diseño?

1. Asegúrate de que los tomadores de decisiones saben qué quieren lograr (los objetivos de negocio claros y concisos o SMART)

2. Mantén a tu equipo informado y así como les hacemos ver los desaciertos, también reconozcamos sus aciertos públicamente.

3. Al tener los objetivos de management claros, genera una estrategia para que todo el equipo (incluidos los del top management) puedan ver el avance y los logros. El reto aquí es no convertirlo en un momento tedioso sino mover la inspiración de los demás.

4. Aplica el pensamiento de diseño: detecta problemáticas o necesidades del equipo, descubre, inspírate, genera soluciones para hacer la forma de trabajo “mejor” (de acuerdo a tu contexto)

5. No te desanimes. Visualizar los cambios requieren entre 1 y 6 meses. Genera el hábito de cada 2 semanas monitorear tanto el estado de salud del equipo como las inquietudes del top management.

Recordemos que estos pasos aunque parecen sencillos, a veces implican dejar atrás hábitos, revaluar opiniones y restructurar pensamientos. Ya sea en el aspecto laboral o social, reconocer que lo conocido no es suficiente vale de mucho esfuerzo, tolerancia y respeto.

Incluir el Management del Diseño eleva en un 200% las posibilidades de éxito en las empresas

Conoce más sobre esto aquí. No se trata de contratar personal con un perfil creativo, es construir un pedazo del #ecosistemadeldiseño para que deje de verse como el patito feo de la empresa.

Lo “peor” que puede pasar es que descubras que a lo mejor la cultura de tu empresa requiere de piezas fundamentales en las que todavía falta practicarlas. Si las herramientas de innovación actuales las utilizas a tu favor, no tienes nada qué perder. Al contrario, podrás conocer cómo es esa cultura empresarial o de startupero que hay en tu espacio de trabajo. Será tan tuya que, por simple efecto natural, aparecerás en el buscador como un #retadordelocotidiano.

Ya sea formando tu propio equipo o haciéndote de un equipo de diseño on-demand (con nosotros, por ejemplo) necesitarás espacios o momentos para hacer estos experimentos sin poner en riesgo tu negocio central, en órale! diseño responsable cuenta con nosotros para que en 2 semanas de trabajo tengas un boceto, y a partir de la 4 semana ya tengas implementados ejercicios que te ayuden a descubrir la información que estás buscando.

El #ecosistemadeldiseño está muy señalado por prejuicios y estigmas. Hasta que no formamos parte de él podemos entender el porqué de muchas decisiones, fenómenos que impactan en tendencias e inclusive las ofertas en el mercado. #retemoslocotidiano Seamos esos que impulsan al patito feo a transformarse, desde ahí ya estamos construyendo lo que sea que defina al “futuro”.

Gracias por llegar hasta acá, nos vemos en nuestra página web, visita nuestro perfil en instagram y lo que compartimos por Linkedin. No olvides generar controversia con nosotros por Twitter.

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¡Hasta la siguiente!

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Alejandra Martínez Westphal

Designpreneur, friends with objects and a zero waste design enthusiast.